La tranquilidad que temíamos los hinchas de Independiente el domingo pasado al enfrentar a Atlético Tucumán eran los colores de la camiseta del adversario.
Que entiendan los ocasionales equipos que enfrenten al Rojo que si visten de celeste y blanco están perdidos y que entran a la cancha sin posibilidad de ganar el encuentro salvo algún milagro.
Claudio Turilli
martes, 1 de septiembre de 2009
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